La plaza de toros

La plaza de toros no se encuentra dentro del casco urbano como suele ser la norma, si no en frente del pueblo al otro lado de la pequeña ribera que en su tiempo posibilitó el regadío de las huertas. Pero esto no es su única peculiaridad. En vez de construir el coso de nueva planta, se aprovechó el terreno al máximo. Las gradas de la plaza se apoyan sobre la ladera de una elevación; son de una pendiente pronunciada, muy altas, irregulares en planta y en número de gradas, según lo determina la adaptación a la topografía. Los espectadores tenían la silueta de la villa como fondo. Este tipo de plaza de toros suele darse en lugares donde se celebra una romería o una fiesta campera pero es raro hallarlo cerca de una población. Sus sillares y mampostería ciclópea insinúan un carácter ancestral, aunque sus características constructivas y formales la sitúan, a todas luces, en el siglo XIX, época de apogeo del pueblo. Es un buen ejemplo de las plazas de toros construidas por la burguesía emergente del final del siglo XIX.

La plaza de toros
La plaza sin restaurar

Fue construida alrededor de 1.880 por un maestro alarife portugués Domingo Alfonso de Amorín, constructor de la Plaza de toros de Zufre. Su primer propietario y constructor fue Saba González Fernández natural de Cumbres de San Bartolomé, tratante de ganados, nacido el año 1.845 y que contrajo matrimonio con Paula Díaz, también natural de Cumbres de San Bartolomé, más tarde la plaza fue heredada por su hijo Antonio González Díaz nacido en 1.892 también de Cumbres de San Bartolomé. Sus descendientes residen en Zufre. Para llevar la obra a cabo Don Sabas adquirió un pequeño cercado junto a la llamada acequia de los Castaños, desmochó el monte, arregló la pendiente y la reaprovechó para construir las gradas. Costeó tanto las obras como su inauguración. La obra costó alrededor de 25000 reales de vellón.(Comunicación personal de Santiago González de Zufre).

Gracias a Teo Castilla hemos encontrado recortes de prensa en la Hemeroteca Nacional que se refieren a la inauguración de la plaza de toros de Cataño del Robledo que tuvo lugar el Domingo día 8 de Setiembre de 1884 resolviendo de esta manera un enigma que nos preocupó durante bastante tiempo:

Día 8.—El espada Diego Prieto (Cuatro-dedos), inaugura la plaza de toros de Castaño del Robledo. (L. Vázquez y Rodríguez, Anuario Taurómaco de 1884, Madrid Imprenta de Anastasio Moreno, 1885, Página 99)

Castaño del Robledo.— Los cuatro toros de don José Rincón lidiados el 8 de Setiembre fueron regulares, aunque de poco poder. Mataron cinco caballos. Cuatro Dedos, que estoqueó tres, estuvo bien, empleando tres estocadas y un descabello. Bienvenida quedó bien en la muerte del cuarto. De lo» banderilleros merecen mención Primito, Bienvenido y Lobito. La plaza, de poca cabida, se estrenó con la dicha corrida. (ibíd. P. 22) 

Según noticias que hemos recibido, la corrida verificada el 8 de Setiembre en Castaño-Robledo, fue buena, saliendo el público muy satisfecho. Los cuatro toros que se lidiaron pertenecieron a la ganadería de D. José Rincón, y fueron regulares, matando cinco caballos; no ofrecieron dificultades y estaban bien criados; los picadores regulares. De los banderilleros Primito, Bienvenida y Lobito, sobre todo los pares que pusieron al cuarto toro, que fueron superiores. (Muchas palmas.) Cuatro-dedos, que mató los tres primeros toros, rayó a gran altura. A su primero le dio muy en corta y parado dos pases naturales, cuatro con la derecha y uno redondo, todos ellos muy aplaudidos, y luego atizó una gran estocada  volapié, en todo lo alto, que hizo innecesaria la puntilla. (Muchísimas palmas.) A su segundo, que se defendía algo, le dio cuatro con la derecha, seis altos y un buen pinchazo a volapié; dos más naturales y una buena estocada a volapié; el toro, a pesar de esto, no murió, así es que fue preciso que Diego, después de unos cuantos trasteos, lo descabellara a la primera vez. (Aplausos en todas partes.) La faena empleada en su último, en mi juicio, fue la mejor. Dio dos naturales, tres de pecho buenos, y una soberbia estocada, que hizo que el toro cayera como herido por un rayo. (La mar de puros y palmas.) A petición del público, puso banderillas al tercer toro; primero colocó un par al quiebro, muy bueno, luego puso otros dos pares buenos a! cuarteo. (Ovación grande.) Bienvenida mató al cuarto toro y último; lo pasó regularmente y lo mató de un pinchazo y una estocada algo corta, todo a volapié y en los rubios. (Muestras de entusiamo.) En la brega, lo mismo que Diego, muy bueno. (Boletín de Loterías y de Toros, Num. 1.753, Madrid Lunes 29 de Setiembre de 1884).

El torero Cuatro Dedos

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Según la Agenda Taurina Madrid año VI, 1902: La plaza tenía cabida para 3.700 personas sentadas cuando  Castaño del Robledo  contó con 1.427 habitantes.

Bien entrado el siglo XX se cortó parte de la plaza de toros al construir la carretera que une Castaño del Robledo con Jabugo. De ahí resulta su forma irregular. La última corrida se celebró en el año 1952.

Cartel de la última corrida
El cartel que anunciaba la corrida que a la postre resultó ser la última en esta plaza
La última corrida

La última corrida

Hoy en día se encuentra en estado ruinoso. Pero su abandono debía haber empezado hace mucho tiempo como atestiguan los alcornoques que han invadido las gradas. Se usaba a veces como cerca para cerdos. Aún se pueden ver los burladeros y las gradas según el estado de la vegetación. Asimismo quedan dos entradas desde la carretera al ruedo y dos puertas en la parte posterior que facilitaban el acceso del público desde lo alto de las gradas.  En el mes diciembre de 2009 el ayuntamiento de Castaño del Robledo llegó a un acuerdo con el dueño de la plaza y la compró.
En Mayo de 2013 se firmó un convenio con la Diputación de Huelva por lo cual se instaló un taller de empleo, denominado "Recuperación de Oficios Artesanales”  dedicado a la mampostería. Durante casi un año se estaba formando a 10 personas de este municipio, con el objetivo de que adquieran una formación técnica y académica y así poder contribuir a paliar la situación económica que se está viviendo. Al mismo tiempo se restauró parte del coso gracias a las técnicas aprendidas. El taller finalizó en abril de 2014. Ahora será necesaria una segunda intervención para acabar la obra empezada.

Plaza de toros restaurada
Ahora la plaza restaurada forma parte del rico patrimonio municipal de la villa
La entrada a la plaza


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